DIARIO DE VERACRUZ

DÍA 10 DE DIC. DE 2010

Muy temprano por la mañana una bocina retumbaba la mercancía a vender eran apenas de las seis de la mañana y la comunidad ya se encontraba en actividad como es cotidianamente, la alarma sonó a las siete en punto pero creo que nadie le puso atención ya la mayoría habíamos despertado desde “Tenemos mojarra a 30 pesos el kilo”.

Aunque todavía no empezaba la jornada laboral teníamos que empezar a recoger nuestras “habitaciones de hotel” ya que una de ellas era usada para las clases y además los niños  llegaban antes de las ocho y corríamos peligro de que vieran más de lo que no queríamos, los niños que se encuentran en el albergue son los primeros en bajar a la escuela (la escuela se encuentra en un cerro y el albergue se ubica más arriba que la escuela pero dentro del mismo territorio escolar); cuando los niños comenzaron a llegar el día estaba despejado pero hacía frío, algunos iban abrigados otros tantos no, llegaban a jugar en el patio o en los salones pero ese día se encontraron con nosotros los misioneros (algunos niños nos confundieron con ellos) y nos observaban cautelosamente.

Las clases iniciaron a las ocho, a nosotros nos organizaron en triadas para ir a cada grupo; dentro de los salones estuvimos haciendo varias actividades como escritura y lectura, láminas y hasta unos volcanes, la jornada de observación se extendió hasta la hora del recreo, todos salimos a jugar con nuestros respectivos grupos un  poco antes de que tocaran el timbre que anunciara el recreo.

Durante el recreo pudimos la mayoría de los niños jugaban en el patio, saltaban entre los pasillos o se detenían a comer algo, la comida que se ofrece en la cooperativa es típica de la región, y se encontraba entre ésta: tamales de carne (muy bueno por cierto), molotes, quesadillas, tacos y dulces, para nosotros era un festín probar y disfrutar la comida pero para ellos ya era más que normal.

Terminando el recreo, nos dispusimos a hacer talleres con los niños, entre los talleres estaban: pintura, maquillaje de caritas, papiroflexia, cuenta cuentos y piñatas (las que posteriormente romperían; los talleres fueron recurridos por lo niños, hubieron muchos que pasaron a todos otros que se quedaron en el mismo vario tiempo, lo mejor era ver la emoción con la que llegaban y decían: Maestr@ quiero…

Después de la jornada laboral que estuvo un poco agotadora aunque los niños finalizaron clases a la 1 y nos dispusimos a ir a observar la comunidad y buscar un lugar agradable donde comer, así llegamos a una casa que se encuentra cerca del arroyo, en esta casa que cuenta con ganado vacuno, y por lo visto es de las mejores en la comunidad; nos permitieron comer y recrearnos un rato, en el tiempo que estuvimos ahí unos jugaban en la cancha de basquetbol, otros en los columpios y algunos otros sólo se echaron en el pasto; ahí mismo comentamos lo que habíamos observado y que nos había parecido el día en la escuela, un dato curioso es que la mayoría de los compañeros coincidieron en que la mayoría de los profesores les pegan a los niños y constantemente los amenazan (estas muestras de agresión si se presentaron en nuestra visita.

De regreso a la escuela ya casi al atardecer se tenía planeado hacer una fogata pero por cuestiones higiénicas la dejamos pendiente, sí, era más importante tomar un baño, ya lo necesitábamos y un señor dueño de una tienda nos ofreció agua del pozo para bañarnos (todas las familias cuentan con un pozo), y aunque el agua estaba fría y tuvimos que bañarnos a jicarazos el sentirnos limpios nos permitió sentirnos más relajados.

Así entonces finalizó el primer día de la jornada de observación, nos volvimos a preparar para dormir con la esperanza de que el suelo ya nos hubiera tomado cariño y nos dejara dormir.

DÍA 9 DE DIC. DE 2010

El día jueves 9 de diciembre todo nuestro grupo teníamos que levantarnos antes de las 8 de la mañana porque llegarían los niños a sus respectivas clases. Así fue aunque no todos estábamos listos, puesto que teníamos que trasladar nuestro equipaje a otro salón ya que allí darían clases los maestros.

Todo el grupo nos reunimos en un salón y nos organizamos de manera colectiva para manejar las actividades preparada para los niños de la Primaria las cuales eran: hacer un representación en la explanada para todos ellos y cantar el 1º8 los villancicos navideños, dividirnos para repartir los dulceros y lápices por grado, por ultimo rellenar las piñatas de dulces y fruta para que los niños de los seis grados la pudieran partir.

Aproximadamente a las 10 am los maestros nos invitaron a la dirección para poder desayunar unos deliciosos tamales de frijol, agradeciendo cordialmente por dicho detalle. Al término del bocado  reunimos a toda la escuela y albergue en el centro del Plantel para que nosotros pudiéramos presentar dichos cantos, fue tanto el interés que los niños nos acompañaran con sus voces. Posteriormente la maestra Zeferina conto un cuento (pastorela) para todo el alumnado que este respondió de manera armónica y positiva. Terminando dichos números proseguimos para el partimiento de piñatas, una para cada grado, tuvieron mucho éxito y se divirtieron  los niños; después cada quien fue al grupo que estuvo observando el día de ayer  para poder repartir sus dulceros y lápices sin olvidar una despedida con el grupo, deseándoles éxito para el término de su Primaria.

Termino la jornada escolar como a la 1:30, pero allí no acabo todo ya que los maestros de la Primaria nos reto al grupo jugar basquetbol, pero al final perdimos nosotros.

Saliendo de la escuela nos fuimos a un campo muy conocido por la comunidad a jugar futbol, beisbol  y a comer. En la noche estuvimos en la escuela conviviendo y haciendo una fogata incluso la Señora del albergue nos invito a cenar.

Siendo muy altas horas de la noche nos fuimos a dormir para levantarnos muy temprano para el día siguiente a ir a Tecolutla.